Las artes ofrecen encuentros únicos y transformadores en el desarrollo holístico de la persona. Por medio de un método que promueve la observación lenta y sostenida de una obra de arte, la persona inicia un camino de descubrimiento en el que se estimula el pensamiento crítico y profundo, el ejercicio emocional y la comunicación activa.

• Aprender a observar de manera lenta, cuidadosa y objetiva.

• Reflexionar de manera crítica, analítica y profunda.

• Identificar y expresar emociones propias y ajenas.

• Ejercitar variables del desarrollo emocional y social, como la autoestima, la empatía, el autocontrol, la autoafirmación y la oposición asertiva.

• Tratar asuntos relativos a la identidad y el autoconocimiento.

• Aprender a escuchar activamente al otro y a comprender y respetar que hay diferentes maneras de ver una misma realidad.

• Ejercitar habilidades creativas para la resolución de problemas y toma de decisiones.

• Reflexionar sobre la incertidumbre, lo desconocido y otros asuntos que revisten de dificultad.